Crestomatía El Imparcial. EL IMPARCIAL 24 de Octubre del 2009 platillo futbolero
El tiempo pasa... Antonio Oropeza Como lo he venido diciendo desde que me dieron la oportunidad de escribir en EL IMPARCIAL (Hace más de cuatro años), en nuestra hermosa y calurosa ciudad existen muchos campos de futbol, pero las condiciones de los mismos no son las que todo deportista ha deseado, muchos de estos campos más que por el apoyo del Instituto del Deporte o la Codeson han sido por iniciativas de la “Raza de Bronce”.Ejemplos tenemos muchos y para muestra tenemos los siguientes:Allá por el año 1998 (si mi memoria no me falla), un ciudadano de la colonia Villa Hermosa y a quien apodan “Lico”, se dio a la tarea de construir un campo de futbol para que los jóvenes de su colonia pudieran practicar el deporte que los apasiona y de paso organizarlos para que compitieran en una liga local, el trabajo era mucho porque donde deseaban construirlo era un monte donde mucha gente de su barrio y de barrios vecinos aprovechaban el baldío para tirar escombro, basura y hasta animales muertos; el camino fue difícil para él y todos los muchachos que lo apoyaban, pagaron una máquina (diesel) para que desmontara el terreno y después ellos mismos con picos, palas, arañas y hasta con las manos pelonas fueron acondicionando el lugar para poder construir un campo en regulares condiciones y practicar el “juego del hombre”.Otro caso muy similar fue el que pasaron los oriundos de la colonia Adolfo de la Huerta (que por cierto un servidor fue adoptado por la gente de esta colonia, pero mi cuna fue La Metalera), fíjense nomás, los muchachos de esta colonia han tenido que pasar las de Caín en lo que a campos deportivos se refiere, primeramente con recursos de ellos mismos y de apoyo de la gente de esa colonia (con rifas y venta de comida) así fue como pudieron desmontar un terreno baldío casi frente a la entrada del Centro Ecológico (taquilla).Con muchos sacrificios lo pudieron establecer pero el gusto no les duró mucho tiempo ya que el crecimiento y el desarrollo de la ciudad les llegó y se construyó ahí lo que hoy es la colonia Altares, por eso tuvieron que emigrar a las orillas de la colonia Marquesa, por cierto hoy en el lugar que ocupaba ese campo se encuentra el Club Oasis. Ahí pudieron jugar partidos por alrededor de seis meses porque de nueva cuenta en ese espacio se decía que construirían una unidad deportiva, los jugadores se pusieron más contentos que un cholo con grabadora porque al fin tendrían un campo deportivo con gradas, agua etc. Pero la realidad fue otra porque el campo deportivo que construyeron ahí no correspondía a las dimensiones de un campo para Primera Fuerza, así estuvieron buscando un lugar para volver a empezar a construir un campo deportivo y una alternativa era un lugar donde hace 28 años era un monte en su totalidad, donde llegaban los circos y uno que otro cine de húngaros en aquellos años, se dieron a la tarea de desmontarlo, medio alinearlo y al igual que la gente del “Lico”, las palas, los picos, los azadones y las manos brillaron para formar lo que hoy es el campo “Adolfo de la Huerta”, algunos jóvenes que dejaron el sudor en ese campo y hoy ya no se encuentran entre nosotros, pero vaya de aquí un reconocimiento para ellos y para toda la gente de la Adolfo de la Huerta por su actitud y perseverancia y por supuesto para la gente de la “Villa Hermosa”; estos ejemplos no son los únicos por el Norte de la ciudad, tenemos al “Morro” de La Esperanza, a los Zupo y el “Frank” de la Solidaridad y muchos otros más que han dejado parte de sus fuerzas en la habilitación de los campos deportivos. Y saben qué es lo mejor: Están dispuestos a seguirle SECULA SECULORUM (por los siglos de los siglos), a menos que el IDH y la Codeson tengan algo que hacer el próximo año que les llegue el presupuesto, porque ahorita debieron haber recibido en las arcas como el pescado: NADA. Sólo me queda enviarle un saludo y pronta resignación a la familia Salazar Villa por el sensible fallecimiento de su niña Ana Isabel.Por hoy aquí la vamos a dejar cualquier duda o aclaración favor de enviarla a oropezapremier@hotmail.com.*El autor es contador público y abogado de profesión y ex presidente de la Liga Central de Futbol. Crestomatía: EL IMPARCIAL JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE DE 2009
platillo futbolero Puede ser...
Por Antonio Oropeza Hace aproximadamente un año un servidor escribió una columna a la que nombro: “Sólo un sueño”. Esta ubicaba en el año 2018 aproximadamente e imaginaba una Unidad Deportiva, en donde existieran varios campos deportivos de beisbol, basquetbol, volibol y por supuesto entre ellos estarían los de futbol, en su gran mayoría, todos con alumbrado para que los jóvenes y no tan jóvenes pudieran practicar su deporte favorito.Además esta unidad deportiva contaría con una sala de usos múltiples, en donde cualquier persona pudiera practicar o descubrir su afición por el arte. Ustedes se estarán preguntando: ¿Y Antonio por qué recuerda esa columna que ya casi le hacen su primera piñata? Pues bien, sucede que ese sueño puede ser que no sólo se quede en eso, si es que las nuevas administraciones tanto del Estado como del Municipio se animan y de una buena vez por todas “toman al toro por los cuernos” en cuestión deportiva y se animan a pasar a la historia en nuestra hermosa y calurosa ciudad.Resulta que el Instituto del Deporte de Hermosillo ya tiene en sus manos las escrituras públicas del famoso terreno de La Rosillita, el que se encuentra ubicado por la carretera que va a Mazatán y lo mejor de todo es que se encuentra escriturado a nombre del Instituto del Deporte de Hermosillo, lo que significa que si esos terrenos son aprovechados por los deportistas ya no serán arrancados a los mismos como ha sucedido a través del tiempo en nuestra ciudad y para muestra basta y sobra con mencionar algunos ejemplos como los campos del seminario, los del panteón, los de la Quinta Emilia, etcétera, etcétera.Creo que es la oportunidad que el deporte hermosillense estaba esperando, las 44 hectáreas están deseosas de escuchar aparte del canto de los pájaros y el silbido del viento, los gritos del “Cochón”, “El Chapo”, “El Güero”, “El Cara de Pala”, “El Queso” y de todos esos guerreros que le dan vida a los campos deportivos cada fin de semana, pero no en condiciones muy buenas, ya que algunos ni con bebederos cuentan y eso que muchas veces se juega a más de 40 grados centígrados.Si usted que está leyendo estas líneas mi querido lector, está cerca del Sr. Guillermo Padrés (gobernador electo) o del Sr. Gándara Magaña (alcalde electo) o usted mismo llega a ser el nuevo director del Instituto del Deporte o de la tan peleada Codeson, anímelos o anímese a lo que nadie se ha animado a “agarrar el toro por los cuernos” y dejar grabado por siempre su nombre con letras de oro, anímese a hacer lo que nadie ha hecho, no pase por esta administración en lo que a deporte se refiere, como han pasado muchos y algunos más pasan (mos) por la vida “SIN PENA NI GLORIA”.Sólo me queda felicitar a los americanistas (que son muchos), por la manera de jugar de su equipo, de verdad que me hizo recordar al América de los noventa, el de Kalusha y Biyik, de verdad que de verlos jugar me dio frío (dice Juan, Lalo y Martín que el América no pinta pa’ campeon TIÑE). También quiero felicitar a los seguidores de Pumas porque por fin ganaron.Cualquier duda o aclaración favor de enviarla a oropezapremier@hotmail.com*El autor es contador público y abogado de profesión y ex presidente de la Liga Central.
EL IMPARCIAL – Miércoles 7 de Mayo del 2008
Platillo futbolero Por Antonio Oropesa
Un servidor tiene asistiendo a los campos de futbol de nuestra ciudad desde hace más de 27 años, sé que algunos de ustedes tienen más tiempo asistiendo a los mismos; en aquellos años ochenta como en la actualidad, la “catedral del futbol” (claro en sentido figurado y sin demeritar los grandes años del campo de la “Apolo”) era La Sauceda. En aquellos años existían La Sauceda 1, 2 y 3, así como en la actualidad pero en condiciones deferentes (sobre todo el dos).El tiempo pasa, las necesidades de campos deportivos siguen en aumento y sin embargo en lugar de que los campos deportivos aumenten, éstos siguen desapareciendo.Hace apenas unos cuantos días desaparecieron dos campos más de la Quinta Emilia el uno y el dos (no hay que olvidar que ya habían desaparecido otros dos, la Quinta Emilia 5, debido a la construcción de un negocio de la iniciativa privada y la Quinta Emilia tres debido a la prolongación del bulevar Quiroga), así que en estos momentos la Quinta Emilia ya casi pasa a la historia en cuanto a campos de futbol se refiere, y como dice la canción de los “perritos”: De los cinco que tenía, de los cinco que tenía nada más me queda uno, uno, uno, uno, uno.Si mi memoria no me falla, estos campos fueron habilitados por Próspero Barbosa después de la desaparición de los campos del Seminario, que se encontraban por el bulevar Luis Donaldo Colosio, donde hoy es una zona residencial de gran plusvalía, a un lado del Seminario Mayor.Todos los deportistas saben en la actualidad que ante el crecimiento de nuestra ciudad es imposible tener campos deportivos céntricos (con excepción de aquellos que ya están establecidos como La Sauceda, la Ley, Hacienda de la Flor, no me atrevería a decir que el Cárcamo), pero sí pudieran hacer o formar un complejo deportivo, como ya lo han dicho las autoridades, unos campos que se queden “por siempre” en el mismo lugar para que los jóvenes y los no tan jóvenes (véase “veterrucos”) puedan practicar su deporte favorito, hay que pensar a futuro, en estos momentos a lo mejor es muy lejos ir a jugar hasta la Mesa del Seri o pasando el aeropuerto, pero a la vuelta de 10 años nuestra ciudad seguirá creciendo y los campos permanecerán donde mismo.De otra manera, desaparecen unos campos y te entregan otros un poco más retirados y es un cuento de nunca acabar, ya vimos el caso del Seminario, después Quinta Emilia, y como la prosperidad y el desarrollo de nuestra ciudad siguen, cada vez los deportistas tendrán que transportarse a distancias más largas para poder practicar su deporte favorito.Sabemos que ya se están buscando nuevas alternativas ante esta desaparición de campos, sabemos que por el Ignacio Salazar donde se encuentra un campo de futbol pueden habilitar otros dos, que en Las Carretas se puede habilitar uno y hasta dos campos más pero todos esos terrenos son de particulares… y dígame usted qué sucederá cuando esos terrenos sean requeridos por sus propietarios (véase Quinta Emilia), como lo dije anteriormente hay que futurear y en lugar de buscar soluciones a corto plazo hay que ver a largo plazo y solucionar de una vez por todas el problema de espacios deportivos para el futbol.Una alternativa serían “Las Placitas”, que de verdad ya no están tan lejos.Por hoy aquí la vamos a dejar, sólo nos queda enviar un saludo a un lector de nombre Federico Alonso que nos pide hablemos de un equipo llamado “Generalitos” que participó allá por 1974, no me puedo acordar de ese equipo porque en ese año nací pero prometo investigar algo de eso y plasmarlo en futuras columnas